PIRÁMIDE DE VALORES

PIRÁMIDE VALORES DIVINOS

Shakti Ma cuenta que, recibiendo las directrices para principiar la Escuela, su Amado Maestro, el Mahavatar Babaji, le entregó la Pirámide de Valores Divinos. Más tarde, le pidió que se fijara en las formas de expresión de los Valores Humanos y allí, los Maestros dijeron:

“Donde terminan los Valores Humanos, comienza nuestra Pirámide”.

Es la visión que le permite al hombre alcanzar su Condición Divina. Ma Shakti y los Maestros Inmortales, dando un paso inmenso hacia una sociedad humana-Divina, hacia la concepción del hombre espiritual-consciente, han propuesto la Pirámide de Valores Divinos, frente a la ya vacía propuesta de los aceptados y ya caducos moldes de funcionamiento humano dentro de propósitos menores y replicantes.
La Pirámide de Valores Divinos es la expresión ascendente de los Valores o Estados Internos que el Ser debe conquistar o transitar en el Sendero hacia la Autorrealización.Se ha explicado, además, que es una revelación fundamental para el trabajo de Autorrealización, dada con el fin de ofrecerle al hombre los escalones finales de su aventura humana-Divina, y llevarlo hacia la expresión más pura de la potencialidad del ADN y su manifestación en Conciencia Fotónica.

La Pirámide de Autorrealización es la base desde donde se desarrolla la enseñanza de la Escuela. Cada Nivel contiene los aspectos del Trabajo Interno concebidos para el Autodescubrimiento y la Realización. El paso por estos niveles-valores es el secreto de la Evolución de la conciencia humana hacia su expansión como Conciencia Cósmica en evolución.

 La Pirámide de Valores Divinos es la visión que le permite al hombre alcanzar su Condición Divina. Puede verse también como la expresión ascendente de los Valores o Estados Internos que el Ser debe conquistar o transitar en el Sendero hacia la Autorrealización.

LOS 7 VALORES DIVINOS

Autoconocer(se)

“Hazte el Juego Divino, créate a ti mismo atreviéndote a conocerte, a fluir dentro de tus constantes evolutivas, que son las que hoy te sostienen aquí, siendo quien eres y como eres”.

“El Autoconocerse es la forma manifiesta en que el Ser se brinda a sí mismo. Es el impacto, el choque nuevamente consigo mismo. Es la conciencia cruda expuesta ante sí misma, ante lo que Es. Es todo proceso que deja esto claro y evidente”.

Aceptar(se)

”El ACEPTARSE va por la declaración propia de captar esta verdad. El concepto puro de la toma de conciencia, del clamor interno, de lo que se pide desde una existencia aún demorada y malamente sobreentendida que sigue restando los valores intrínsecos”.

Reconocer(se)

“Es saber y poder manifestarte desde tu propio entendimiento, sabiendo que eres la mayor y mejor razón de tu estudio. La materia no electiva, y mucho menos obligatoria, eres la razón de tu existencia y de tu vida”.

“El reconocerse es la capacidad pura de aceptar al Ser. Colocarse ante lo que se es y pedir que lo que sea-sea, de una vez y para siempre. Organizar la mezcla interna, discriminar entre penas y glorias y avanzar”.

Creer(se)

“Aquí debe empezar a operar tu Fe, aquella que no responde a patrón ninguno, sino a la primigenia sensación que te sobreviene después de comprender el proceso de tu creación, existencia y preservación como sistema de Luz: eso es Creer”.

“El Creer es dar el justo valor a lo divinamente expresado bajo cualquier condición a través de lo humano. ¿O cómo creen? ¿Quién puede decir que sabe cómo es o si ha visto al Dios?

Curar esa soberbia, esa es la clave del Creer”.

Perdonar(se)

“Sentir que estás más en disposición de restablecer los circuitos internos, esos que no están operando plenamente en tu sistema para la compensación y el sostenimiento en estos planos, a los que te reenvías una y otra vez para completar la odisea evolutiva. Al saber que tus intentos, ante estos pasos, no siempre han sido exitosos, ni te has podido eximir de algunas responsabilidades por demás comprometidas, caes en consideración de tus desventuras y hasta de tus recurrentes desorientaciones que no te han permitido avanzar.

Entonces, de allí surge la necesidad de perdonarte, de extender hasta ti mismo el más poderoso recurso con el que cuentas: tu profunda piedad, lo que indefectiblemente te lleva a redimirte a ti, sin dolor, ni culpa ni angustia”.

“El Perdonarse iría por los actos, lo que ya se da en nosotros una vez que alcanzamos en firmeza nuestra estructura del Ser y nos preparamos para trabajar a través de los actos y los hechos que nos describen”.

Amar(se)

“Ante todo esto, lo que surgirá espontáneamente y producto ya de tu avance interno por el cabal cumplimiento de tu propósito es amarte profundamente, desde el autogestionado trayecto cósmico que te retornará a tu más excelso y hermoso principio”.

“El Amor se da en el Ser cuando ya no objeta, cuando se considera a sí mismo uno con el horizonte visible de la Creación, se vea hacia arriba, hacia abajo, hacia los lados, es la comunión justa”.

Ser

“Y el SER queda, ES. No se refiere a nada ni a nadie, y se mimetiza en sí mismo, quedando en la Conciencia”.

“Este es tu más excelso y hermoso principio: Ser. Aquello que ya no es siquiera una condición ni humana ni divina, está exenta de definición, designio o precisión mental posible; y eso lo sabrás cuando finalmente puedas ejercer en ti esa Bondad única: Ser, Ser, Ser”.

Autoconocer(se)

“Hazte el Juego Divino, créate a ti mismo atreviéndote a conocerte, a fluir dentro de tus constantes evolutivas, que son las que hoy te sostienen aquí, siendo quien eres y como eres”.

“El Autoconocerse es la forma manifiesta en que el Ser se brinda a sí mismo. Es el impacto, el choque nuevamente consigo mismo. Es la conciencia cruda expuesta ante sí misma, ante lo que Es. Es todo proceso que deja esto claro y evidente”.

Aceptar(se)

”El ACEPTARSE va por la declaración propia de captar esta verdad. El concepto puro de la toma de conciencia, del clamor interno, de lo que se pide desde una existencia aún demorada y malamente sobreentendida que sigue restando los valores intrínsecos”.

Reconocer(se)

“Es saber y poder manifestarte desde tu propio entendimiento, sabiendo que eres la mayor y mejor razón de tu estudio. La materia no electiva, y mucho menos obligatoria, eres la razón de tu existencia y de tu vida”.

“El reconocerse es la capacidad pura de aceptar al Ser. Colocarse ante lo que se es y pedir que lo que sea-sea, de una vez y para siempre. Organizar la mezcla interna, discriminar entre penas y glorias y avanzar”.

Creer(se)

“Aquí debe empezar a operar tu Fe, aquella que no responde a patrón ninguno, sino a la primigenia sensación que te sobreviene después de comprender el proceso de tu creación, existencia y preservación como sistema de Luz: eso es Creer”.

“El Creer es dar el justo valor a lo divinamente expresado bajo cualquier condición a través de lo humano. ¿O cómo creen? ¿Quién puede decir que sabe cómo es o si ha visto al Dios?

Curar esa soberbia, esa es la clave del Creer”.

Perdonar(se)

“Sentir que estás más en disposición de restablecer los circuitos internos, esos que no están operando plenamente en tu sistema para la compensación y el sostenimiento en estos planos, a los que te reenvías una y otra vez para completar la odisea evolutiva. Al saber que tus intentos, ante estos pasos, no siempre han sido exitosos, ni te has podido eximir de algunas responsabilidades por demás comprometidas, caes en consideración de tus desventuras y hasta de tus recurrentes desorientaciones que no te han permitido avanzar.

Entonces, de allí surge la necesidad de perdonarte, de extender hasta ti mismo el más poderoso recurso con el que cuentas: tu profunda piedad, lo que indefectiblemente te lleva a redimirte a ti, sin dolor, ni culpa ni angustia”.

“El Perdonarse iría por los actos, lo que ya se da en nosotros una vez que alcanzamos en firmeza nuestra estructura del Ser y nos preparamos para trabajar a través de los actos y los hechos que nos describen”.

Amar(se)

“Ante todo esto, lo que surgirá espontáneamente y producto ya de tu avance interno por el cabal cumplimiento de tu propósito es amarte profundamente, desde el autogestionado trayecto cósmico que te retornará a tu más excelso y hermoso principio”.

“El Amor se da en el Ser cuando ya no objeta, cuando se considera a sí mismo uno con el horizonte visible de la Creación, se vea hacia arriba, hacia abajo, hacia los lados, es la comunión justa”.

Ser

“Y el SER queda, ES. No se refiere a nada ni a nadie, y se mimetiza en sí mismo, quedando en la Conciencia”.

“Este es tu más excelso y hermoso principio: Ser. Aquello que ya no es siquiera una condición ni humana ni divina, está exenta de definición, designio o precisión mental posible; y eso lo sabrás cuando finalmente puedas ejercer en ti esa Bondad única: Ser, Ser, Ser”.